Protección solar para tu piel durante todo el año
El protector solar es mucho más que un producto de verano: es un imprescindible diario para proteger tu piel del daño que provocan los rayos ultravioleta (UV). Aunque solemos asociarlo al sol, la playa o las vacaciones, lo cierto es que deberíamos usarlo los 365 días del año para ayudar a prevenir el envejecimiento prematuro, la aparición de manchas, arrugas e incluso ciertas enfermedades. Además de cuidar tu piel con protección solar y after sun, también puedes potenciar el cuidado de tu piel con BB Cream y CC Cream con factor de protección solar, contornos de ojos, cremas hidratantes, limpiadores faciales y tónicos.
¿Cómo elegir el protector solar adecuado?
Elige tu protector solar en función de tu tipo de piel y el nivel de exposición:
Para exposiciones prolongadas o pieles muy claras, opta por un protector solar de alto FPS (Factor de Protección Solar), también conocido como SPF (en inglés).
En el día a día (trabajo, ciudad, paseos), un FPS medio puede ser suficiente, pero recuerda usarlo a diario.
Protector solar facial: tu mejor aliado diario
La piel del rostro es más sensible y delicada, por eso necesita productos formulados específicamente para ella. Los protectores y cremas solares faciales protegen sin obstruir los poros y suelen tener una textura más ligera para adaptarse mejor a tu rutina diaria, incluso si usas maquillaje.
After Sun: calma y repara
Después de una exposición prolongada al sol, tu piel necesita una dosis extra de mimos. El after sun ayuda a hidratar, calmar y regenerar la piel. Gracias a sus fórmulas refrescantes y ligeras, notarás cómo disminuyen la tirantez, el enrojecimiento y la sensación de ardor, dejando tu piel suave y aliviada.